¿Depresión de otoño? Los alimentos te ayudanAunque la vuelta al trabajo o a los estudios siempre supone un bajón
moral para casi todo el mundo, ya que se terminan los placeres del ocio
vacacional, muchas personas unen a este decaimiento totalmente normal,
otro tipo de síntomas generados por el cambio de estación.
Se estima que un 30% de la población sufre la denominada 'depresión
de otoño'. ¿Sabías que la alimentación es
clave para superarla?
El cambio de estación es el causante de una tristeza propia
del otoño que se califica como depresión otoñal
o, según la terminología de otros expertos, síndrome
afectivo estacional. Las modificaciones de los ritmos vitales derivadas
de la reducción de horas de luz y de la llegada del frío
son el origen de este trastorno psicológico que afecta sobre
todo a mujeres entre 25 y 45 años.
Los síntomas más frecuentes suelen ser la desmotivación,
la sensación de tristeza y la reducción de las habituales
energías. Estos síntomas, que no son alarmantes y que
irán desapareciendo conforme el organismo se adapte la nueva
situación estacional, pueden agravarse con problemas de concentración,
alteraciones en el sueño, irritabilidad, desórdenes alimenticios,
disminución de la libido, entre otras manifestaciones.
Por qué aparece
Los psiquiatras incluyen esta tristeza de otoño dentro del grupo
de las depresiones endógenas. Bajo esta denominación se
hace referencia a que el trastorno psicológico no tiene un motivo
desencadenante de los síntomas, ni en la vida del paciente ni
en sus factores genéticos.
La causa se encuentra en nosotros mismos y nuestro organismo: dependiendo
de la luz solar existente, el cerebro envía órdenes a
ciertas hormonas, sobre todo la melatonina, que se encargan de regular
el sueño, la temperatura corporal o la sensación de hambre.
La producción de la melatonina es mayor con la reducción
de horas de luz, y a la vez disminuye la cantidad de serotonina, otra
hormona que tiene que ver con el estado de ánimo.
Se ha comprobado que la melatonina alta provoca una reducción
de serotonina. Eso explicaría el bajón anímico
que supone el otoño para cualquier persona. El problema se puede
agravar si el paciente tiene tendencia a sufrir depresión, ya
que la simple reducción de horas de sol será el desencadenante
natural de un nuevo proceso depresivo.
La alimentación: pieza clave
La baja temperatura corporal que provoca un nivel alto de melatonina hace
que muchas personas que padecen depresión otoñal tiendan
a comer demasiados alimentos con alto contenido calórico. Si
a esta circunstancia le añadimos la ansiedad que genera la tristeza
y la desmotivación propia de esta patología, podemos encontrar
casos de serios trastornos alimenticios (subida de peso, malas digestiones,
empachos...).
En otros casos, un estado anímico bajo provoca pérdida
de apetito en el paciente, con lo que éste no podrá elevar
sus ya de por sí mermadas energías. Los expertos consideran
clave una buena alimentación, sana, ordenada y equilibrada, para
pasar el bache anímico que supone la llegada del otoño.
El hierro, presente en las legumbres, los cereales, la carne y las verduras,
es un mineral básico para fortalecer el organismo, por eso no
debe faltar nunca, y especialmente en otoño. Las vitaminas y
minerales han de estar presentes en la alimentación, por eso
no deben escasear buenas provisiones de verduras, frutas, cereales y
productos de origen animal. La vitamina C, además, es vital para
no caer en los típicos catarros.
Los frutos secos, que se encuentran en el mercado en gran variedad
precisamente en esta época, son fundamentales para aumentar de
manera saludable nuestras reservas energéticas. No debemos olvidarnos
de las proteínas y los hidratos de carbono, los mejores carburantes
para nuestro cuerpo.
Tampoco olvides tomar un desayuno completo antes de comenzar el día.
Te ayudará a renovar tus energías: zumo de naranja (vitamina
C), fruta (vitaminas y minerales), cereales o tostadas (hidratos de
carbono y minerales) y café con leche (el café te despejará
y la leche te suministrará proteínas y calcio).
Aparte de una dieta adecuada, los expertos recomiendan no dejarse llevar
por esa sensación de decaimiento y tristeza. Llevar una vida
activa y encontrar nuevos puntos de motivación personal pueden
ser claves para sobrellevar los nuevos hábitos y costumbres que
llegan con el otoño.